Estamos sumergidos en momentos de reordenación de las rutas comerciales, la fiabilidad del servicio y las dinámicas del mercado a nivel global.
Desde principios de febrero, el transporte marítimo ha experimentado una transformación significativa con la nueva configuración de servicios regulares de contenedor tras la disolución de la Alianza 2M entre Maersk y MSC.
Alianzas actuales.

Gemini Cooperation: Formada por Maersk y Hapag-Lloyd. Esta alianza se centra en un modelo de ‘hub and spoke’, reduciendo las escalas directas y mejorando la fiabilidad de los itinerarios.
Premier Alliance: Agrupa a ONE, HMM y Yang Ming, y continúa ofreciendo una amplia cobertura de puertos.
MSC. Operará de manera independiente, manteniendo una red extensa de servicios directos a numerosos puertos.
Ocean Alliance: Los socios CMA CGM, COSCO/OOCL y Evergreen han extendido su acuerdo hasta 2032, manteniendo su compromiso con una amplia cobertura de puertos y tiempos de tránsito competitivos.
Esta reordenación revela estrategias divergentes en la reorganización de las rutas marítimas. Unas compañías basarán su método de distribución de mercancías mediante la centralización de la logística en un centro de operaciones, reduciendo las escalas directas en sus servicios principales, otras siguen comprometidas con una oferta más extensa de escalas en puertos asiáticos y europeos.
Dominio del mercado y resiliencia. Las alianzas dominantes, como Ocean Alliance, mantendrán su posición en rutas entre Asia y Norteamérica, mientras que las compañías independientes más pequeñas crecerán en mercados desatendidos. Estos cambios fortalecerán la resiliencia de las cadenas de suministro frente a desafíos geopolíticos.
Modificaciones en el servicio. La independencia de MSC ofrecerá una red de servicios directos de puerto a puerto, beneficiando a los cargadores que buscan cobertura amplia. Las alianzas de Gemini y Premier se centrarán en la fiabilidad de los horarios y la optimización de rutas, atrayendo a quienes prioricen la previsibilidad.
Costos y flexibilidad, Aunque los costos iniciales podrían aumentar, el nuevo escenario ofrecerá soluciones personalizadas, mejorando la gestión de costos. Las empresas deberán revisar sus modelos de compra y estrategias logísticas, optimizando rutas y seleccionando proveedores adecuados para mitigar riesgos y aprovechar nuevas oportunidades.
Capacidades y competencia. La reestructuración variará las capacidades de las navieras, mejorando la eficiencia en algunas rutas y causando interrupciones temporales en otras. Este entorno competitivo mejorará los servicios, pero provocará fluctuaciones en los precios.